viernes, 23 de marzo de 2012

La UBA se prepara para un nuevo debate.


La situación de la Educación Inicial y Media en nuestro país.

La UBA se prepara para un nuevo debate.

Cada vez que la Universidad de Buenos Aires ocupó el centro del ring lo hizo con la clara intención de ganar un debate, no se trataba de una estrategia defensiva de corto alcance. Quería exponer sus virtudes, mostrar su idoneidad, ganar el debate. Así lo hizo en uno de los momentos más dramáticos de nuestro pasado reciente cuando en octubre de 2001, un mes antes de la explosión definitiva de un modelo económico anclado en el Consenso de Washington, un grupo de economistas de la Facultad de Ciencias Económicas se reunió para conformar el Plan Fénix. De a poco, estas ideas fueron un referente para algunos políticos que decidieron emprender un camino alternativo al neoliberal.

La recuperación económica y social hizo que los temas económicos fueran dejados de lado por el debate público para dar lugar a otros tan urgentes como postergados. Fue así que en el mes de agosto de 2010 el Consejo Directivo, órgano máximo de esta Universidad, se manifestó a favor de la despenalización del aborto. De este modo se abría tempranamente un camino hasta ese momento clausurado y gracias a ello muchas organizaciones sociales pudieron fortalecer su lucha. Recién a principios del 2012 llegaría otro impulso cuando la Corte Suprema de Justicia en un fallo histórico habilitó el aborto no punible. En este sentido podemos asegurar que la UBA ha cumplido un importante papel a la hora de preparar el terreno para estos inminentes cambios.

Ahora parece haber llegado el tiempo de una profunda reflexión acerca de la situación de la Educación Inicial y Media. No son pocos los docentes del Ciclo Básico Común que por lo bajo se quejan del bajo nivel de formación con el que llegan los aspirantes a ingresar a la UBA; muchos de ellos tienen problemas con el dominio de la lengua oral y escrita. Sin embargo, la Universidad viene tomando algunas medidas anticipatorias que pretenden atender rápidamente esta situación. Ejemplo de esto es el conocido programa UBAXXI tanto como las permanentes inauguraciones de sedes del CBC en distintas localidades de la Provincia de Buenos Aires. En las oficinas del Ciclo Básico acumulan más de setenta pedidos solicitando la apertura de nuevas sedes.

Pero para ocupar el centro del ring se necesita estar bien preparado, se requieren insumos, información acerca del oponente que tenemos en frente. Por eso, la UBA, por intermedio de su Rector, Rubén Hallú, y la Fundación de Estudios en Políticas Públicas, han presentado en sociedad el Observatorio de la Educación Básica Argentina.

Se trata de un ambicioso proyecto tendiente a sensibilizar y movilizar a diferentes sectores de la sociedad para que participen de este debate público ¿Cuál es la situación actual de la Educación Pública? ¿Cómo se posiciona esta frente a la Educación Privada? ¿Cómo se perciben los propios integrantes de esta comunidad? ¿Qué políticas públicas son necesarias para resolver los problemas más acuciantes? Son algunas de las preguntas que parecen orientar al Observatorio.

Por lo pronto tenemos ya los resultados del primer relevamiento hecho a 571 directores, 915 docentes y 325 preceptores. Si bien son muchos los datos interesantes con relación a las escuelas de gestión estatal podemos sintetizarlos y presentarlos de este modo: tenemos una buena noticia y una mala.

Vamos a empezar por la buena, se nota la inversión sostenida que viene realizando el Estado desde la recuperación económica hasta esta fecha. El hecho que el porcentaje del PBI destinado a educación creciera del 3,64% en 2003 al 6,47% en 2011 posibilitó que en materia de infraestructura, por ejemplo, la Educación Inicial permita observar una mejora ostensible. La inauguración de escuelas, la entrega de casi dos millones de notebooks a docentes y alumnos a través del plan “Conectar Igualdad”, la distribución de libros, entre otras acciones, son algunas iniciativas que confirman esta mejora.

La mala noticia tiene que ver con el alto nivel de ausentismo tanto de los docentes como de los alumnos. Cabe resaltar que mientras en las escuelas de gestión privada el porcentaje de los alumnos que tienen más de 4 faltas al mes es del 4%, en las escuelas públicas representa el 44%. Es por ello que el informe sugiere “revisar los mecanismos de control, regulación e incentivo de la vida cotidiana de las escuelas y de concientizar y movilizar a la sociedad civil para revertir esta situación”.

Se ha dado un primer paso para la instalación de un importante debate público. El mismo requiere, sin dudas, de la participación de los actores involucrados. Los docentes, los trabajadores no docentes, los padres y los alumnos junto a las autoridades que en materia educativa entienden deben poder converger en un espacio horizontal en donde se busquen las soluciones a los problemas, entre ellos uno que no apareció en estas primeras encuestas pero que está presente: el incremento de la violencia en la vida cotidiana.

lunes, 19 de marzo de 2012

El partido de los muertos. *




Con la semana que viene llegará el 22 de marzo y la denominada tragedia de Once cumplirá, entonces, su primer mes.

Hoy se cumplen 22 días desde que sucedió este hecho tan evitable como previsible. Hasta ahora la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner, no ha recibido a los familiares de los muertos.

El 28 de febrero, un nutrido grupo de ellos se autoconvocó en el Obelisco para exigir justicia y ante los pocos medios de comunicación presentes en vano solicitaron una reunión con la Presidente.

El silencio del Estado se rompería recién el día en que la Presidente inauguró las sesiones ordinarias en el Congreso de la Nación. Fue un silencio ensordecedor el que transcurrió entre la mañana del 22 de febrero y el 1 de marzo. Un silencio incomprensible, un silencio culposo. Los desolados familiares solo recibieron por parte del Estado un duelo de dos días con sabor a poco.

En el medio de todo esto la agenda presidencial incluyó reuniones con los hermanos Patronelli, con el músico Roger Waters y con los representantes de la Fórmula 1 entre otros.

En el medio de todo esto un Secretario de Transporte deja su cargo; pero a no confundirse, no lo echan, renuncia por problemas de salud y luego su jefe, el Ministro de Planificación Julio de Vido, lo despide como a un héroe, como a un incomprendido en su tiempo.

En el medio de todo, este mismo Ministro no acude al Congreso para explicar lo sucedido en Once pero sí se apersona allí para defender el traspaso a la Ciudad de Buenos Aires del Subte, del Premetro y de 33 líneas de colectivos.

En el medio de todo, este Ministro se ofusca cuando un legislador de la oposición le pregunta por las omisiones y la falta de control por parte de su área al Concesionario TBA. Aduce que todo esto está fuera de temario.

“Tarde” es lo que parece decirle un grupo de familiares a la primera mandataria; es que recién por estas horas el Secretario General de la Presidencia, Oscar Parrilli, ha tomado contacto con algunos de ellos para gestionar una reunión y así impedir que el próximo 22 de marzo, cuando se cumpla un mes de la tragedia, también se cumpla un mes de no ser recibidos por las autoridades.

La respuesta a estas idas y venidas tienen su explicación. La Presidente, que vive en un clima de beligerancia permanente, ha tratado a los familiares como si fueran integrantes de un partido político de la oposición, como si fueran de un grupo político destituyente. La lógica schmittiana del amigo/enemigo parece trascender las fronteras de lo político partidario para apoderarse también del campo comunitario.

El filósofo polaco Zygmunt Bauman comienza su libro “En busca de la política” de este modo: “las creencias no necesitan ser coherentes para ser creíbles”.

Responsabilizar a Menen y a De la Rua por la tragedia de Once obviando que se va a cumplir una década desde que están al frente de gobierno puede ser creíble, pero no es coherente.

Cuando se cuentan con los medios cualquier creencia puede ser instalada; puede aparecer como verdad el soterramiento del Sarmiento o el tren Bala, o la gestión eficiente de un Ricardo Jaime al frente de la Secretaria de Transporte durante 6 largos años.

El orweliano Ministerio de la Verdad es una de las pocos instituciones que funciona muy bien en nuestro país. A través de este todo puede ser creíble o más bien increíble. Mientras una sociedad no se interrogue acerca de lo que es coherente y de lo que no lo es su éxito está asegurado.


* Este artículo fue publicado la semana pasada en mi blog, www.estatodoescribido.blogspot.com

*las fotos las saque el día de la marcha convocada por los familiares de las víctimas de la tragedia de Once.

viernes, 9 de marzo de 2012

Argentina Luchetti*


Venimos de una de las semanas más precarias de los últimos tiempos.
Cincuenta y un argentinos pobres murieron como consecuencia del desmanejo en materia de transporte. Ninguna de las alertas que oportunamente se expusieron (informes de la AGN, de la CNRT, etc) fueron atendidas. La corrupción no solo implica robar plata, también mata.
Esta situación de descontrol llegó a su pico máximo cuando la ministra Garre anunció que la Policía Federal no dará más seguridad en el Subte.
Acto seguido y de modo intempestivo el Jefe de Gobierno, Mauricio Macri, informó que deja sin efecto el convenio de traspaso de Subtes firmado hace más de un mes con el gobierno Nacional; convenio con principio de ejecución dado que el aumento de tarifas ya se había implementado.
Lo que deja claro este conflicto es el cambio de estrategia del Kirchnerismo para con uno de los pocos distritos adversos. Recordemos que el partido de gobierno lo que si controla eficientemente son los distritos provinciales. De 24 controla 19. Al margen quedan San Luis, Sante Fe, la Ciudad de Buenos Aires y algo de Córdoba y Corrientes. Cuando no las gana las compra, así paso con Chubut, Tierra del Fuego y Santiago del Estero por ejemplo.
Vamos al cambio de estrategia k. Podemos dar por terminada la etapa caracterizada por el intento de seducir electoralmente a los porteños con figuras peronistas pero no tanto, como fue el caso de Daniel Filmus. Ahora estamos en una etapa superior en donde de lo que se trata es de ahogar al Gobierno de la Ciudad a como de lugar.
En el marco de un proceso mayor denominado de “sintonía fina” (en definitiva un ajuste perfumado) el gobierno Nacional le tiró por la cabeza al de la Ciudad el manejo del Subte. El 3 de enero pasado un furioso pero contenido Macri firmó el convenio de traspaso ante las risas socarronas del vicepresidente de la Nación Amado Boudou y del ministro Julio de Vido.
En la actualidad la suerte de estos dos últimos ha cambiado notoriamente, al vicepresidente le florecen testaferros, en tanto el ministro de Planificación ha quedado tan golpeado como la formación que no pudo frenar en Once.
El choque del Sarmiento deslegitimó a estos funcionarios y Mauricio Macri, ni lerdo ni perezoso, aprovechó para romper el convenio de traspaso.
Ahora bien, el jefe de gobierno tampoco puede mostrar una gestión eficiente, y de haberla tenido quizá hubiese enfrentado de mejor manera la embestida del gobierno nacional. Pero esto no ocurrió y hoy el gobierno está paralizado. La audaz promesa de campaña de realizar 10 kilómetros de subte aparece junto a Macri cada vez que uno lo ve en la televisión o lo escucha por radio y pone en duda sea cual fuese su argumentación de turno.
Idas y venidas entre dos gobiernos que no se quieren, que no comprenden el grado de responsabilidad que tienen sus acciones y sus omisiones. Dos gobiernos que no reconocen que 51 argentinos pobres murieron en un choque de trenes absolutamente evitable. Dos gobiernos que no hacen nada por sacarnos esa sensación de víctimas potenciales que tenemos a la hora de viajar en tren o en subte.
Como esas paradojas del destino en el día del Transporte un millón y medio de usuarios metropolitanos de subtes y trenes quedaron nuevamente a la deriva por paros, falta de seguridad y servicios deficientes.
Pero no podría ser de otro modo. En la Argentina Luchetti todas las decisiones son así, rapiditas. No demandan nada de esfuerzo ni de compromiso. Nos sacamos un quilombito de encima con decisiones poco nutritivas, que a lo sumo engordan pero no alimentan.
Así viajamos, gorditos de ilusiones y promesas incumplidas.

*nota publicada el jueves 1 de marzo en mi blog www.estatodoescribido.blogspot.com